Cómo cuidar tu auto si no lo manejarás por un largo tiempo

¿Saldrás de ciudad por trabajo por varios días? ¿Te irás de vacaciones con tu familia por un tiempo prolongado? Ya sea que tengas un auto o una camioneta, deberás guardarlo correctamente hasta que regreses. Si dejas que tu vehículo permanezca en la calle o en un garaje por un período prolongado, podrías volver y encontrarte con una batería agotada o, lo que es peor, un motor dañado, neumáticos en mal estado y un nido de ratas debajo del capó.

¿No sabes cómo cuidar tu auto si emprenderás un viaje por varias semanas? En el siguiente artículo de Mundo GM, te recomendaremos una serie de pasos esenciales que deberás seguir antes de almacenar un vehículo. Gracias a estos, podrás preservar la vida útil del motor y garantizar que tu automóvil arranque cuando regreses.

Cubre tu auto

Un garaje es un lugar ideal para almacenar un vehículo. Esto lo protegerá de los elementos y lo mantendrá a una temperatura relativamente estable. En el caso no tengas uno y debas dejar tu auto al aire libre, considera comprar una cubierta para autos resistente a la intemperie. Este artículo te ayudará a mantener tu automóvil limpio y seco.

Lava tu auto

Puede parecer contradictorio lavar tu vehículo cuando estás a punto de guardarlo durante meses, pero es un paso fácil y no debe pasarse por alto. Las manchas de agua o los excrementos de pájaros que quedan en tu automóvil pueden dañar la pintura. 

Asegúrate de limpiar las ruedas y la parte inferior de los guardabarros para eliminar cualquier rastro de lodo, grasa o alquitrán. Para mayor protección, dale a tu auto una capa de cera.

Cambia el aceite

Omita este paso si solo vas a guardar tu vehículo durante una o dos semanas. En caso contrario, considera cambiar el aceite lo almacenarás por más de 30 días. Este paso lo verás como recomendación en tu manual del propietario

Ten en cuenta que un aceite usado tiene contaminantes que podrían dañar el motor y, si lo dejas sin calentar por mucho tiempo, las consecuencias serían graves.

Llena el tanque de combustible

Este es otro consejo que deberías seguir para cuidar tu auto si planeas almacenarlo a largo plazo. Llena el tanque con gasolina si no lo conducirás por más de 30 días. Al hacer esto, evitarás que se acumule humedad dentro del tanque de combustible y que los sellos se sequen. 

Asimismo, es recomendable comprar un estabilizador de combustible para evitar la acumulación de etanol y proteger el motor contra el barniz y el óxido. El estabilizador de combustible evitará que el gas se deteriore hasta por 12 meses.

Mantén la batería cargada 

Una batería desatendida eventualmente perderá su carga. Haz que alguien encienda y arranque tu auto cada dos semanas y, si es posible, conduce durante unos 15 minutos. 

Manejar tu carro periódicamente tiene varios beneficios. Mantendrá la carga de la batería, ayudará a que tu vehículo “estire las piernas” y mantendrá el motor y otros componentes adecuadamente lubricados. También es una buena idea encender el aire acondicionado para mantener las piezas en funcionamiento y la calidad del aire fresco.

Si no hay nadie que pueda encender tu automóvil por ti, hay otras dos opciones. La solución de baja tecnología es desconectar el cable negativo de la batería. Es probable que pierda los preajustes estéreo, el tiempo y otras configuraciones. 

Si deseas mantener esa configuración y garantizar de que tu batería se inicie en el momento en que regreses, compre un cargador de carga lenta. Este dispositivo se conecta a la batería en un extremo y a una toma de corriente en el otro. Proporciona suficiente energía eléctrica para evitar que la batería se descargue.

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No uses el freno de mano

Por lo general, es una buena idea usar el freno de estacionamiento, pero no lo hagas cuando debas guardar tu automóvil por días y días. Si las pastillas de freno hacen contacto con los rotores durante demasiado tiempo, existe la posibilidad de que se fusionen. 

En lugar de ello, compra un tapón de llanta, también llamado calzo de bloqueo, para evitar que tu vehículo se mueva.

Cuida tus neumáticos

Asegúrate de que tus neumáticos estén inflados a la presión recomendada. Si un vehículo se queda estacionado durante demasiado tiempo, los neumáticos podrían desarrollar puntos planos a medida que el peso del vehículo los presiona. Este proceso ocurre a un ritmo más rápido en temperaturas más frías y en vehículos equipados con neumáticos de alto rendimiento o de bajo perfil.

En algunos casos, el simple hecho de que alguien conduzca el automóvil por un tiempo elevará los neumáticos a su temperatura normal de funcionamiento y eliminará los puntos planos. En casos más severos, un punto plano puede convertirse en una parte permanente del neumático y deberás reemplazar la llanta más adelante.

Si tu auto o camioneta estará almacenado por más de 30 días, considera quitar las ruedas y coloca soportes de gata en las cuatro esquinas. Este paso requiere más trabajo, pero puede evitar que necesite un nuevo juego de neumáticos. 

Aleja a los animales

Un garaje mantendrá tu auto seco y relativamente cálido. Desafortunadamente, estas dos condiciones también provocan que un automóvil sea atractivo para los roedores. Hay muchos lugares y componentes en tu vehículo que los animales pequeños podrían roer y usar como escondite.

Intenta cubrir cualquier espacio donde pueda entrar un ratón, como el tubo de escape o una toma de aire. Puedes usar lana de acero para tapar dichos huecos. Luego, esparce bolas de naftalina o hisopos de algodón sumergidos en aceite de menta a lo largo del perímetro del vehículo. Se dice que el olor ahuyenta a los ratones.

Vuelve a la acción

Lee esta lista de verificación que deberás seguir cuando hayas regresado de tu viaje y estés listo para sacar tu vehículo de nuevo a la carretera:

  • Revisa debajo del capó para ver si hay evidencia de roedores. Busca cinturones, mangueras o cables masticados. Si cubriste el tubo de escape o alguna toma de aire, retira lo que pusiste antes de encender tu carro.
  • Revisa los limpiaparabrisas para ver si el caucho está agrietado o quebradizo.
  • Verifica la presión de los neumáticos e ínflalos según las especificaciones recomendadas.
  • Revisa los frenos. El óxido puede haberse acumulado en los rotores. En la mayoría de los casos, el óxido debería desaparecer después de conducir por un corto tiempo.
  • Revisa los fluidos para asegurarse de que no haya habido fugas y que estén en los niveles recomendados.
  • Si el cable de la batería se ha desconectado, vuélvelo a conectar. Garantiza que los terminales de la batería estén limpios.
  • Lava tu vehículo para eliminar la suciedad que pueda haberse acumulado.

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