En las últimas décadas, el diseño de los nuevos autos ha cambiado considerablemente, sin embargo, eso no ha sucedido con el modo de conducción. Uno de los posibles escenarios en el futuro, es que no solo la forma en la que están alimentados y conectados será diferente, sino que serán tan autónomos que podrían no requerir a una persona tras el volante para llegar a su destino. En Mundo Morales, te contamos las principales tendencias de los autos del futuro.
1. Diferentes autos y experiencia de conducción
Uno de los principales cambios en la industria automotriz en el futuro, serán los fabricantes. Tal como Apple y Samsung, actualmente, dominan el mercado de teléfonos móviles que alguna vez fue de Nokia y Blackberry; Tesla, Apple, Dyson y Google podrían convertirse en las marcas automotrices más reconocidas.
Asimismo, es probable que la estructura vehicular cambie. Respecto al diseño exterior, las parrillas delanteras que enfrían los motores de combustión ya no serán necesarias, mientras que los espejos retrovisores exteriores serán reemplazados por cámaras y sensores. A su vez, las ventanas podrían ser más grandes para permitir que los pasajeros disfruten de la vista, o pequeñas para brindar privacidad.
Por su parte, el diseño interior será mucho más flexible y se permitirá la personalización del color, la luz, la privacidad y el diseño con solo tocar un botón.
¿Deseas evitar los rayos solares? Un vidrio inteligente te permitirá controlar la cantidad de luz del día que ingresa.
También, muchos automóviles estarán equipados con sistemas de realidad aumentada, que superpondrán visualizaciones generadas por computadora en el parabrisas u otras áreas de visualización adecuadas, con el objetivo de aliviar los nervios del conductor mostrando lo que el auto está a punto de hacer.
Además, las personas podrán comunicarse con sus vehículos a través de comandos de voz o gestos. Incluso, se prevé que los modelos de alta gama tendrán interfaces cerebro-computadora, que asociaría a patrones de actividad cerebral con comandos para controlar el automóvil o entretener a sus ocupantes.
¿Te parece imposible? Pues, actualmente, ya se ha utilizado una tecnología similar para controlar prótesis y sillas de ruedas.
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2. Avances tecnológicos
El Internet de las cosas se encuentra en constante evolución y es crucial para que los autos, en un futuro, puedan desplazarse y comunicarse con el exterior.
Por ejemplo, los sensores serán diseñados para reconocer y comunicarse con señales de tránsito, redes de cámaras, peatones y otros vehículos. Esto permitirá a los autos sincronizar su movimiento, minimizando el consumo de combustible y disminuyendo los embotellamientos.
Asimismo, gracias a la tecnología, los autos podrán ayudar a las autoridades a mantener la infraestructura vial, por ejemplo, con sensores de neumáticos que les notificarán sobre las condiciones de la pista.
Y no solo eso, sino que, también, se podrá reducir el número de accidentes. ¿Cómo? Pues cuando una persona tome el volante, la tecnología advertirá sobre colisiones inminentes con otros conductores e intentará evitarlas. Además, las mejoras en la tecnología de sensores térmicos permitirá a las personas ver mucho más allá del rango de iluminación de los focos de sus autos.
3. Combustibles del futuro
Se proyecta que para el año 2030, diferentes países y ciudades prohíban la venta de autos de bencina y diésel. Si bien, esto puede parecer irreal, ya que la mayoría de vehículos con estos tipos de combustible están en circulación, las empresas de la industria automotriz ya se están especializando en autos que sean aptos para los combustibles de los próximos años.
Sin embargo, en este aspecto aún el futuro es incierto. Existe incertidumbre sobre si los automóviles híbridos, que son actualmente populares, se incluirán en las prohibiciones de vehículos. Esto puede disuadir a las empresas y los consumidores de invertir en esa industria.
Por su parte, los vehículos eléctricos solo representan el 2% del mercado mundial actual, pero se prevé que para mediados de la década del 2020, a medida que su precio sea igual o inferior a los autos de bencina, aumente su participación en el sector automotriz.
Esa proyección, también, dependerá de las mejoras en su alcance, el tiempo de carga y la disponibilidad de los centros de carga eléctrica, pues estos tres factores aún son limitados. En caso se logren solucionar estos inconvenientes, se espera que para el 2030 los vehículos eléctricos sean una opción viable.
No obstante, los avances tecnológicos van a un ritmo acelerado, en consecuencia, los autos eléctricos podrían ser sustituidos por otra opción de combustible. Por ejemplo, los científicos están centrándose en resolver las dificultades de producción y almacenamiento que actualmente limitan el potencial de los vehículos eco amigables impulsados por hidrógeno.
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4. Un nuevo método de fabricación
Otro de los cambios se dará en la propia industria automotriz, pues las fábricas deben rediseñarse para realizar la implementación de hardware y software en los autos.
Además, como ya mencionamos anteriormente, la estructura de los vehículos está cambiando lentamente para incorporar nuevas tecnologías automotrices, como materiales más ligeros y de impresión 3D.
Por otro lado, para garantizar la conectividad y el alcance del vehículo, se deberán conectar e integrar numerosos dispositivos inteligentes, incluidos ordenadores, cámaras, centros de información y entretenimiento, etc.
De esa forma, el automóvil del futuro será eléctrico, autónomo y conectado. Esto significa una serie de beneficios para la sociedad: menos contaminación, más seguridad, mayor tiempo libre y más servicios.
Por supuesto, aún quedan muchos desafíos tecnológicos, industriales y legislativos por delante, pero año con año la innovación tecnológica permite rediseñar la forma de conducir. ¿Estás preparado?
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